Esta política, que fue formalmente adoptada en 2024, busca abordar de manera integral las desigualdades de género y promover la participación equitativa de todas las personas, con especial énfasis en las niñas, adolescentes y mujeres adultas en América Latina y el Caribe.
La creación de esta política responde a la necesidad urgente de enfrentar las desigualdades de género que persisten en la región, afectando tanto a niñas, adolescentes y mujeres adultas como a otros grupos en situación de vulnerabilidad. En un contexto, en el cual las mujeres enfrentan barreras estructurales que limitan su acceso a oportunidades, la RCS busca promover un entorno donde todas las personas, independientemente de su género, puedan participar y contribuir plenamente en los procesos de toma de decisiones.
Este documento es necesario porque establece directrices claras para incorporar la perspectiva de género en todas las actividades de la red, asegurando que las intervenciones y programas de la RCS no sólo sean sensibles a las cuestiones de género, sino que también promuevan activamente la equidad.
Además, la política destaca la necesidad de fomentar la inclusión de grupos históricamente marginados, asegurando que sus voces sean escuchadas y consideradas en todos los niveles de planificación y ejecución.
En un momento en que las brechas de género y la exclusión social son desafíos críticos en América Latina y el Caribe, la adopción de esta política por parte de la RCS representa un avance importante hacia la construcción de una sociedad más equitativa e inclusiva. Este esfuerzo no sólo beneficiará a las mujeres y niñas, sino que contribuirá al desarrollo integral de toda la región, promoviendo el respeto, la igualdad y la justicia para todas las personas.